1/5/10

¿Tomamos unos mates?

El mate, palabra de origen quechua que designa a una costumbre recibida de los guaraníes, tuvo en la dieta rioplatense un papel preponderante mucho más amplio que el del té, café e incluso, chocolate. Según la tradición, fueron los jesuitas quienes después de múltiples resistencias lo adoptaron con lo que su consumo se popularizó.



Sumarse a la ronda del cebador del "dulce o amargo", representa un acto compartido y un gesto de amistad. Podremos usar mate de calabaza, porcelana, plata, vidrio térmico, plástico o chapa enlozada. Podremos desayunar, acompañar conversaciones, trabajo o estudio, hacer altos en el camino o convertirlo en nuestro único alimento diario. Podremos agregarle cascaritas de naranja, cedrón, terrones de azúcar quemada, leche o "yuyitos", pero lo que nunca podremos dejar es de comunicar nuestra singular identidad y una manera de sentir y compartir a través de la bombilla, la yerba, el mate y la pava.

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